Mappa mundi
"En aquel
Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el Mapa de una sola
Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el Mapa del Imperio, toda una Provincia.
Con el tiempo, estos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de
Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el Tamaño del Imperio y
coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las
Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin
Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y los Inviernos. En los
Desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por
Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las
Disciplinas Geográficas."
“El rigor de la ciencia” por Jorge Luis Borges
He entrado al google maps varias veces
para buscar cómo llegar a un lugar desconocido, que calles tomar, donde bajarme
del colectivo, donde tomarlo y demás. Pero, no fue hasta que tuve bastante tiempo disponible, que pude ver lo que
realmente es el google maps.
Entré al street view y navegué por
Venencia, me pase como quince minutos paseando con mi gondolero click del
mouse. Es increíble toda la información que hay allí disponible y uno no se
entera, por ejemplo se puede saber cuántas ventanas tiene cada una de esas
coloridas casas, cuantos escalones se pueden ver hasta que se pierden en el
agua e incluso que hoteles tienen wifi.
Después me fui a hasta la Easter Island, y me paré al frente
un Moai, baje la cámara y conté las hojas de una plantita de pasto ubicada a
unos míseros 7000 kilometros. Como soy curioso e incrédulo, fui más lejos.
Mucho más lejos. Con lo poco que entendía de aquella intrincada distribución de
calles terminé en Imperial Ancestral Temple en la Tiananmen Square, pleno
centro de Beijing, China. Esta vez no conté ventanas, sino que simplemente baje
la cámara hacia el piso y conté los huequitos de una baldosa, que vaya a saber cuántos
años estuvo allí.
Google Earth cubre ya más del 45% de
la superficie terrestre y el 90% de las zonas pobladas. Es más, en nuestro país
hay rutas enteras cargadas, sin mencionar que la imagen satelital y la
fotografía aérea ya estaban más que cocinadas, hace años.
Más allá de las baldosas ancestrales
china, o las hojas de una isla perdida en el pacífico, creo que lo que lo más
sorprende de todo es que también se puede encontrar la fachada de tu casa. Quiero
decir, la cercanía de semejante tecnología y la basta disponibilidad de uso frente
a cosas cotidianas es lo que la hace útil, más aún, poderosa. No solo para mí, sino para todo el mundo. Como
una especie de mapa gigante y moderno en el que ningún detalle se escapa.
Después me topé con el cuento de Borges y
me pregunté: ¿Nosotros somos quienes no se satisficieron con el primer mapa? O ¿Somos
quienes entendieron que tal rigor era inútil?
Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio:
el motor a vapor, el ferrocarril, el telégrafo, la electricidad, el automóvil,
el avión, las industrias químicas, la medicina moderna, la informática y, más
recientemente, la revolución digital, la robótica, las biotecnologías y las
nanotecnologías. Es justo pensar que somos la
generación que más avances ha visto, que somos quienes no se satisficieron con
el primer mapa, que somos los Colegios de Cartógrafos que levantarán el mejor
mapa nunca visto del Imperio, que somos los creadores de las posibilidades infinitas.
No tengo duda de ello.
Pero
también, somos responsables de las generaciones futuras, quienes nos ayudaran a entender que muchas de las cosas que hoy
estamos haciendo; son inútiles, están mal, y las miraremos desde el
aprendizaje. Cuando juntos tomemos conciencia de la
contaminación y la pérdida de biodiversidad que implica este desarrollo tal cual hoy lo estamos llevando a cabo.
Creo yo, que llegará el día que rescataremos
del fondo del cajón algunos conceptos que hoy están un poco de lado; como la
ecológica, el desarrollo sustentable, el cambio climático, la Pachamama, entre
otros.
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